Es una ciudad bonita:

Ya me puedo poner vestidos cortos y sandalias. Ya puedo hacer vueltas por fuera, y sentarme en las materas florecidas de la calle, y ver como se mueven los petalos y las hojitas con el viento. Y puedo ver los arboles florecidos con gajos de hojas, que mas parecen racimos de uvas verdes. Ya puedo abrir las ventanas de la sala, y oir el paso de los carros, las voces de la gente, el ruido de los arboles, el canto de los pajaros. Y puedo tender las camas con solo un juego sencillo de sabanas de algodon, y andar a pie descalzo por la casa. Ya me tome la primera pastilla del antibiotico, y ya puedo orinar aliviada.

Victoria